Basta

Todo era un juego de tire y afloje, una forma de probar nuestras reacciones al estar en situaciones limites y bizarras. Un embrollo mental y emocional, o viéndolo desde otro punto se podría decir que hasta era una guerra de poder y control. Quien era capaz de controlar al otro? Consistía en poder dominar a la otra persona de forma tal que aun estando bajo extrema miseria y debastación emocional siguiera estando ahí. Pero, no solo que siguiera aguantando, sino también revertir los roles y hacer sentir a ese otro culpable y con cargo de conciencia, que creyera que todo el dolor era causado por si mismo. En cierta manera eran situaciones muy bizarras: gran odio, descontrolada hipocresía, inmunda mentira, y asquerosa lujuria que había brotado de lo que en algún momento supo ser cariño, y que ahora generaban una cierta dependencia. Y uno se preguntaría, como alguien se puede hacer dependiente del sufrimiento y la miseria? Fácil, todo estaba conectado a ese juego mental, a pesar de tanta miseria uno seguía teniendo control del otro. A veces uno solo pensaba cual seria el siguiente movimiento, como si de ajedrez se tratara. Experimentaba con jueguitos emocionales llevando todo al limite y ver si al fin y al cabo se cruzaría esa linea donde uno de los dos diría BASTA, pero de verdad. El precio era que uno a veces se aguantaba mas que lo que debería, ya mas por costumbre que por otra razón y se acostumbraba a vivir emocionalmente exhausto. Nada saludable, pero asi concluyeron casi 2 años de miseria, hasta que grite BASTA! y me desaparecí.